La modesta cuadrícula fundada en el siglo XVI por Diego de Losada es hoy el polo magnético que atrae a venezolanos y latinoamericanos de todas procedencias, bien sea para hacer realidad un sueño, o simplemente sobrevivir.
La otrora ciudad de los techos rojos, es hoy motor económico del país y el centro poblado que ofrece más oportunidades de trabajo ocio, el que tiende a los venezolanos el puente a la globalización.
Iniciaremos un recorrido de la otra cara de la Caracas más allá de sus largas colas en calles y avenidas, del colapso de los servicios de la incipiente y creativa inseguridad; veremos entonces la faceta de la Caracas sensible, histórica, natural, inmensa, nostálgica y enigmática...
Caracas tentacular, Caracas cosmopolita, Caracas avasalladora, desquiciante, caótica, seductora, electrizante, históricamente pionera, la ciudad se inventa y se reinventa a sí misma con cada década que pasa; a veces asfixiante, desconcertarte, siempre fascinante.
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